Generalmente el cáncer de hígado se presenta en pacientes con antecedente de una enfermedad hepática crónica, de las cuales, la más común es la cirrosis. En otros casos, el cáncer puede iniciarse en un órgano diferente y propagarse al hígado, por lo que tendremos que realizar estudios en busca del sitio de origen.

Se cuenta con varias opciones de tratamiento, sin embargo, los mejores resultados se obtienen en enfermedad localizada, en donde se puede ofrecer resección del tumor mediante diferentes tipos de hepatectomias.

El cáncer de páncreas es uno de los tumores que progresan con mayor velocidad, lo que implica evaluar oportunamente al paciente para poder ofrecerle la mejor opción de tratamiento, dependiendo de la extensión de la enfermedad.

Los principales síntomas en cáncer de páncreas son la coloración amarilla de piel y ojos, dolor abdominal que se extiende a la espalda, perdida de peso y fatiga.

Su tratamiento puede implicar una de las cirugías más complejas que existen, llamada pancreatoduodenectomia o procedimiento de Whipple, debido a la necesidad de realizar al mismo tiempo, resecciones de estructuras vecinas como estomago, duodeno y la vía biliar. En manos expertas y tumores iniciales, podemos ofrecer curación.